Sin embargo, el 24 de enero, el Consejo de Estado suspendió este decreto luego de que profesionales del sector presionaran al más alto nivel administrativo para revocar este decreto.
El Consejo de Estado concluyó que las flores y hojas de cáñamo que contienen un contenido de THC (Tetrahidrocannabibol, la molécula responsable de la parte psicoactiva de la planta) inferior al 0,30% no son dañinas y que, por tanto, no tiene sentido prohibir su circulación. Sin embargo, esta suspensión es provisional hasta que el órgano decida definitivamente sobre la legalidad del decreto.
Las empresas vinculadas al mercado del cannabis sufren toda esta inestabilidad. Aurélien Delecroix, presidente del sindicato del cáñamo, fue uno de los solicitantes de suspender el decreto relacionado con las flores de cáñamo. Dice que la prohibición fue como una espina en su costado y que aunque todo se está estabilizando, aún queda mucho por hacer en el camino. Xavier Pizarro, abogado del CBD Professionals Union, cree que la decisión ilustra el "dominio de la ley europea, donde el gobierno pretende dar un golpe político".
La Confederación de Estancos destaca su petición de que la venta de flores de cáñamo y productos de CBD esté protegida por reglas claras y estables que sean pacíficas y permanentes. Existe el temor de que suceda otro movimiento que vuelva a traer oscuridad al sector.
Esta desconfianza en la estabilidad se debe a que en los últimos tiempos el CDB vive en un limbo entre la legalidad y la prohibición. En 2020, el TJUE consideró ilegal la prohibición en Francia, que ya estaba autorizada en varios países de la Unión Europea, siguiendo el principio de libre circulación de mercancías. La Justicia ya había considerado que no hay legalidad en la prohibición de una molécula que ya se sabe que no es dañina para la salud humana.
Tras el fallo judicial, el Tribunal de Casación, el máximo tribunal francés, siguió los mismos pasos en junio de 2021 y también dictaminó que el CBD producido legalmente en la Unión Europea podía comercializarse sin embargos en Francia.
El país ya contaba con aproximadamente 400 tiendas CBD a principios de 2021, y actualmente, este número prácticamente se ha cuadriplicado. El sector tiene una facturación de alrededor de mil millones de euros, y la promesa es aumentar aún más estas cifras en los próximos años.